Genios Perversos: ¿Podemos separar al autor de su obra?

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El 21 de noviembre del 2017 se dio a conocer que el famoso mangaka Nobuhiru Watsuki, creador de Rurouni Kenshin, fue arrestado por poseer material pornografico infantil.

Por Pame Miau

Creo no equivocarme si asumo que todos, o la mayoría de nosotros vio Rurouni Kenshin (Samurai X en español), historia que contaba la vida de Kenshin Himura, un hombre que buscaba vivir como vagabundo y proteger a los desvalidos, intentando esconder su pasado como Hitokiri Battousai (Battousai, El Destajador). Los fans más acérrimos de esta obra (quien escribe), sabemos hasta el mas mínimo detalle; diferencias entre anime y manga y lo doloroso de sus OVA’s. También tuvo tres entregas live action protagonizadas por Takeru Sato. Un éxito total.

Sin embargo, lejos de estar a la altura de su magnifica creación, Watsuki fue arrestado por almacenamiento de pornografía infantil. Tras esto, la revista Jump SQ suspendió todas las publicaciones de sus obras, que traían de regreso a los queridos personajes a través de una serie de spin-offs en el manga Hokkaido Arc.

El mangaka finalmente evitó cumplir su condena completa, y fue multado con la suma de doscientos mil yenes. Nobuhiro declaró que «le gustaban las chicas que estaban en la primaria superior hasta el segundo año de secundaria», entiéndase, un rango etario entre los 6 y los 13 años.

El 23 de abril del 2018, el sitio web de la revista ya mencionada emitía un comunicado donde expresaba las disculpas y preocupaciones que podía causar en los fans y lectores la prolongada pausa, y que el autor se encontraba en periodo de introspección y buscaba redimir sus malos actos. Por ello, decidieron reanudar la publicación de la obra.

Es aquí donde hacemos la pregunta de rigor: ¿Podemos seguir amando la obra de un pedófilo? ¿Debemos normalizar las practicas sexuales de la cultura nipona? Porque, si bien la pedofilia como tal esta condenada (con penas demasiado bajas), no esta prohibido el lolicon, shotacon (igual que el lolicon pero con jovencitos), ni el burusera (venta de ropa interior infantil o de mujeres jóvenes). También existen libros de menores en bañador y en poses provocativas, pero al no estar desnudos los niños, no se considera delito.

¿Es posible que una persona con tremendas desviaciones pueda crear personajes tan nobles? ¿Deberíamos condenar tanto al autor como a su obra, o podemos separarlas? Kenshin Himura es uno de los personajes más queridos y admirados en la historia del anime, ¿sientes que el comportamiento de su autor lo ensucia?

Gran dilema que dejo abierto al debate.


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